miércoles, 28 de abril de 2010

Zeke Manozlimpiaz

Tras un tiempo inactivo vuelvo a la carga con una nueva historia. Esta vez es de un Goblin que hará todo lo posible por obtener fama y fortuna. Como podréis comprobar, está escrito con el típico "zezeo" que atribuyo a los pielesverdes. Que la disfrutéis.


Berto Manozlimpiaz no era un buen tipo.

Ya zabez, de ezoz que te cruzaz por la calle y zabez que no ez trigo limpio, y mejor que te cambiez al otro lado. Zuz ojilloz rojoz parecían evaluar a todo el que pazaze frente a elloz, y zuz dientez amarillentoz manejaban con zoltura un palillo que había vizto tiempoz mejorez.

De hecho, cualquier extranjero que miraze a zu familia ze preguntaría cómo alguien azí habría zido capaz de conzeguir una pareja, e incluzo de engendrar una familia numeroza. Pero bueno, qué zabrán ezoz tipoz, loz goblinz zomoz azí. Zi tu bolza eztá llena de oro, cualquier coza ez pozible.

La verdad ez que a mí loz pequeñoz me daban láztima. Eze cabrón de Berto lez daba una palizaz de órdago, y no me extrañaría que a la mujer también. Pero zu padre era conzejero auxiliar de zegunda categoría de reemplazo del antiguo Barón, y bueno, tú no zabez el preztigio que ezo da en una zociedad como la nueztra. El cazo ez que ze encargaba de malgaztar el dinero de zu difunto padre a manoz llenaz, y a la pobre familia no lez daba ni loz buenoz díaz.

Loz hijoz zalieron todoz medio tontoz, debido a que, como ya te he dicho, a Berto ze le iba mucho la mano, pero hubo uno, zólo uno, que pareció ezcapar máz o menoz ilezo. Eze muchachote ze llamaba Zeke, como zu abuelo, y dezde ziempre ze afanó en ezcapar de laz patadaz de zu padre. Creo recordar incluzo que, entre copa y copa, un día me confezó que no lo hacía por zupervivencia, zino porque el odio que profezaba a zu padre era tal, que zólo quería hacerze máz grande e inteligente que él, y aplaztarlo como una mozca.

Pero noz eztamoz adelantando mucho, hablamoz de hará no muchoz añoz… veintitantoz. Zeke empezó zu carrera como “comerciante” dezpiztando alguna moneda aquí y otra allí del tezoro de zu padre. Ezo le permitió empezar con una floreciente empreza de pezcado frezco. Laz malaz lenguaz dicen que entoncez recibió incontablez palizaz de loz marineroz del puerto, pero ¡qué zabrán elloz! Yo te digo que eze tipo eztaba deztinado a zer algo grande.

Loz añoz pazaron, y de un pequeño puezto de pezcado, Zeke había obtenido una pequeña fortuna comprando y vendiendo zuztanciaz ilegalez. Ya zabez, Loto Negro, Polvo de Hongo Púrpura… ezaz cozaz tarde o temprano pazan factura, y nueztro amigo no iba a zer diztinto. Loz jefazoz ze enteraron de que había eztado pazando de contrabando cozaz azí zin pagar zu correzpondiente impuezto, y le zubieron al primer barco que viajaba al continente.

Zin dinero, zin comida, y zobre todo, zin contactoz, Zeke puzo el pie en tierra en medio de lo que penzó que era un gigantezco conflicto bélico… quiero decir, una auténtica oportunidad para recuperar zu pozición de nuevo. Ezoz tipoz de la Horda fueron loz primeroz que aceptaron no matarle de un hachazo, azí que ze azeguró de que ziempre eztaba cerca zuya, ya zabez, por precaución. Pero lo que comprobó realmente era la imprezionante demanda de productoz que ezoz tipoz necezitaban. Armaz, armaduraz, alimento, agua. ¡Agua! ¿Me haz oído bien? Un ejército entero que necezitaba todo aquello que él podía ofrecer, y cazi zin ezforzarze.

Azí que ahí eztaba él, hablando con otroz como él que habían decidido viajar fuera de laz Izlaz por una u otra razón, zin un zitio real donde ir, y zin nada que hacer. Pero Zeke ziempre había zido paztor, y no oveja, azí que no tardó en reunirloz un grupito baztante variopinto y ofreció zuz zervicioz como “Contratizta”. No entraré en detallez, pero ze oyó durante muchoz añoz, incluzo ya cuando había acabado la guerra, el término “ezclavizta” o “timador” pero yo por aquel entoncez ya lo conocía, y te digo que no ez de eze tipo de perzonaz, no como zu padre. Ademáz, todoz ezoz tipoz zabían de zobra a lo que ze enfrentaban cuando no leían la letra pequeña del contrato.

No me mirez azí, ya ze que no te he contado lo que hizo con zu padre, erez un anziozo, ¿zabez?

Ya te he dicho que durante la tercera guerra Zeke hizo un buen nombre como… bueno, “hombre de negocioz” azí que no le coztó convencer a loz Príncipez de que zu vuelta a laz Izlaz no zería perjudicial. Ezo, y una buena zuma de oro, por zupuezto. Regrezó a zu caza, y comprobó cómo prácticamente zu familia zeguía igual. Zu padre zeguía ziendo un zapo abotargado que no hacía máz que vivir de laz rentaz, zu madre una pequeña criatura azuztadiza, y zuz hermanoz meroz peonez mutiladoz o ciegoz debido a laz obraz de ampliación de loz túnelez. Quedó completamente decepcionado, penzó en llegar cuando zu padre eztuviera en lo máz alto y aplaztarlo como un guzano.

Pero no fue azí, pero ya había gaztado demaziado oro y demaziado tiempo como para dejarlo azí. Con una ligera zonriza, ze plantó delante de Berto con una zonriza zádica en el roztro, y le entregó un papel. Aún zigo zin zaber qué ponía, pero he oído rumorez zobre que le llevaban al Circo de Gladiadorez, o quizáz que el dinero que había gaztado realmente no era zuyo y que debía milez de piezaz de oro a loz Príncipez. El cazo ez que zu padre zalió corriendo por loz túnelez como zi hubiera vizto al mizmízimo Arthaz, y ze lanzó a una foza de lava. Lo demáz ez irrelevante, creo que dejó algo de dinero a zu madre por loz zervicioz preztadoz durante la infancia y volvió aquí.

Pero lo bueno no dura ziempre, azí que la guerra acabó, y con ella el negocio de Zeke. Como no había con quién pegarze, zuz “ayudantez” decidieron largarze y empezar por libre, y volvió al principio. Bueno, no del todo, tenía aún algo de dinero de lo que le había quedado traz zu viaje a laz Izlaz, y pudo comprar una pequeña granja de cerdoz cerca de la nueva capital, y ze la alquiló a un par de orcoz con ganaz de trabajar. No ze qué hizo luego, yo le perdí la pizta unoz mezez dezpuéz. Creo que intentó hacer un buen negocio con el tema del Portal y Draenor, pero creo que loz militarez le dijeron que por ahí ni loco.

Azí que eza ez la hiztoria de cómo acabé aquí, prezo. Me explico, ze que nada de ezo te explica que eztemoz en una maldita celda del puerto, ni que tenga el ojo morado, ni que eze tipo de ahí me acabe de pegar una paliza de campeonato. Pero ezo tiene una explicación máz corta. Zeke reapareció hará unoz mezez y me ofreció emprender de nuevo un comercio en ezta época, que zi el mercado emergerá de nuevo y mil cozaz máz. Pero yo ya eztaba en un aprieto, debía algo de oro y fue como ver la luz al final del túnel. Digamoz que me olvidé de darle la vuelta en par de encargoz que me hizo.

Azí que nada, ahora te dejo, probablemente no noz volvamoz a ver porque eze tipo eztá cogiendo unaz tenazaz, pero ha zido un placer. Creo haberlez oído hablar de que tú ibaz a zer vendido por partez, azí que ezpero que no le hayaz inzultado, o peor aún, le hayaz intentado engañar.

martes, 6 de abril de 2010

Una Sombra en la Noche

Mi actual trabajo me permite tener tiempo para leer y escribir, y el texto que viene a continuación es fruto de una de esas largas noches. Es algo sombría, y muy metafórica, pero espero que os guste.


Silenciosa, vuela la sombra por el jardín, con el único preaviso de un chasquido lastimero.

Ni las ramas ni las hojas se interponen en su viaje, de camino a la sangre y a la muerte.

Y yo, inocente y distraído, sigo mirando a tu ventana esperando verte, sin saber que esa maldita busca mi cuello y el sonido de mi cuerpo al caer.

Y tú, con el corazón destrozado por la próxima noticia que recibirás, anhelas que el miedo rompa mis pasos y vuelva por donde he venido.

Pero sabes que eso nunca pasará, porque te amo.

Y entonces el búho canta su siniestra canción nocturna, y noto cómo me falta el aire de repente.

Abro los ojos de par en par, esperando despertar, pero lo único que veo es una larga sombra que adorna mi cuello, y la sangre carmesí disfrazada de tinta negra corriendo por mi pecho.

Y entonces lo comprendo, y tengo miedo, porque sé que moriré sin verte de nuevo.